sábado, 23 de julio de 2016

REGRESANDO DEL INFIERNO


Breves reflexiones sin tapujos:

Tolentino Pérez Soto

El fanatismo   -pasión intransigente tras una persona o idea-  destruye la memoria y la razón. Por ejemplo, ¿cómo defender la actual tragedia venezolana, olvidando además, al país que, hace sólo 20 años admiraba todo el mundo?.

No negamos que en democracia existen desvíos que desnaturalizan la esencia del sistema de la filosofía que proclama la igualdad y la pacífica convivencia, pero esas “patologías” tienen medicamentos propios y consustanciales  con la  “característica rectificadora” del sistema  que posee  la vía de la “perfectibilidad electoral  sin trauma”.

Lo terrible es cuando en esa desviaciones problemáticas del sistema democrático  -como, por ejemplo, lo sucedido en Venezuela con el divorcio de las cúpulas mandantes con las realidad del pueblo-   se tenga la desinteligencia  (o ingenuidad) de dejarse arrastrar por el embrujo del populismo demagógico que, cual sirena virtuosa, suelen cantar  ciertos caudillos emergentes, cargados de megalomanía y ambiciones personales. ¡Astucia de caudillo oportunista  para aprovechar la ceguera del  disconformismo puntual  y transformar  ese reclamo en  loca   carrera al precipicio!
Así, la molestia  -que a veces  adquiere magnitud de masiva-  y la ausencia en esos  momentos difíciles de líderes lúcidos, genera la imprudencia de ser presa del delirio fantasioso de mesías  falsos, astutos y maquiavélicos.  García Márquez diría: ¡”minuto fatal del lanzamiento al vacío  con pasajes al infierno”!
Afortunadamente, el “encantamiento” tiene plazo y no es  reversible. La historia lo registrará  como infausto capítulo superado.  Venezuela , en su ADN de grandeza y recuperada  YA la sensatez- sabe lo que “FUIMOS” y ahora lo que “SOMOS”. ¡Está  regresando, pacíficamente pero con energía, al país ejemplar que antaño fue!.

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